
Han pasado los días y el brócoli ha crecido tanto que parece la cabeza de Medusa. No es muy bonito ni muy apetecible, y me llega por la cintura, pero lo cosecharé y algo haremos con él. Si hay que darle un buen rato de cocción, se lo daremos. Todo sea por no defraudarlo. Sé de buena tinta que su sueño es que nos lo comamos. :-)

Por petición unánime del público (ejem, bueno, de Isa, la hermana que más quiero), pongo una foto del guardián Colmillo Blanco y su aspecto feroz. :-)
